Un blanco, blanco día
1.571
Drama. Thriller
En una remota ciudad islandesa, un jefe de policía retirado comienza a sospechar que un hombre tuvo un romance con su esposa, quien recientemente murió en un accidente automovilístico. Poco a poco, su obsesión por descubrir la verdad se acumula, mientras comienza a ponerse en peligro a sí mismo y a sus seres queridos. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No he acabado de entender qué quería contar el tal Palmason. Se ve que tiene pretensiones, que la fotografía está cuidadísima, que el paisaje de Islandia es atractivo, pero qué aburrimiento.
Cuando una película abusa de la lentitud, cuando prodiga escenas cortas sobre asuntos diversos no acaba de hilar, no se crea ritmo.
Sí el abuelo quiere mucho a la nieta, pero le cuenta un cuento de miedo que ya ya…. La niña también se las trae cuando remata a un salmón.
Debe ser que tanto frío y tan poco sol vuelve a la gente casi insensible.
Hay una cierta intriga pero tan diluida y a cuenta gotas que no te atrapa.
Cuando una película abusa de la lentitud, cuando prodiga escenas cortas sobre asuntos diversos no acaba de hilar, no se crea ritmo.
Sí el abuelo quiere mucho a la nieta, pero le cuenta un cuento de miedo que ya ya…. La niña también se las trae cuando remata a un salmón.
Debe ser que tanto frío y tan poco sol vuelve a la gente casi insensible.
Hay una cierta intriga pero tan diluida y a cuenta gotas que no te atrapa.
9 de mayo de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lentamente... convence.
Íntima historia con un estilo narrativo lento (hay que insistir con eso) que nos brinda todo el tiempo del mundo para apreciar la belleza de cada plano.
Reflexión profunda, intrigante, descarnada, de belleza única en paleta de grises.
Muy, muy recomendable.
Íntima historia con un estilo narrativo lento (hay que insistir con eso) que nos brinda todo el tiempo del mundo para apreciar la belleza de cada plano.
Reflexión profunda, intrigante, descarnada, de belleza única en paleta de grises.
Muy, muy recomendable.
8 de junio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La valentía de arriesgar
Palmason comienza su segundo filme mostrando un accidente de coche bastante raro o así pretende hacérnoslo ver él durante el filme. A esto le sigue una elipsis temporal bastante peculiar. Palmason decide mostrarnos el paso del tiempo con una cámara fija que muestre el cambio viendo pasar las distintas estaciones del año. Algo que podría realizarse con unas cuatro escenas, el joven director realiza cerca de una veintena abusando de dicho recurso tratando de hacer las cosas diferentes cuando con algo más simple la elipsis temporal se hubiera solucionado. Una declaración de intenciones en toda regla, ya que la película y la forma de realizarse es bastante diferente a lo que se nos tiene acostumbrados.
A pesar de la libertad que se toma el director para dar rienda suelta a su creatividad, el comienzo de la historia es cuanto menos cuestionable. Es una historia que se siente vacía, sin ningún significado, sin ninguna trama. Es una historia que se encuentra estancada y que parece no conseguir avanzar. Sin embargo, el filme comienza a coger ritmo cuando decide dejar entrar a los sentimientos, en especial el del duelo.
Centrarse en dicho tema incluyendo el misterioso accidente hace que Un blanco, blanco día coja ritmo, algo lento y distinto a lo común, pero consigue avanzar creando una atmósfera peculiar. Por otro lado, se lleva a cabo una investigación poco profunda y sin demasiados obstáculos que compliquen la trama. Asimismo, la resolución del misterioso accidente de coche no es suficiente interesante para Palmason, quien decide prácticamente no tirar de dicho hilo. Este prefiere centrarse en su personaje principal.
*Ingimundur
Ingimundur es el personaje principal de la cinta y prácticamente él es la propia película. Ingvar Sigurdsson es el actor que encarna al personaje de una manera sobresaliente otorgando al protagonista de una personalidad que inquieta. Hlynur Palmason pone a Ingimundur como el eje principal de la película, todo gira alrededor de él como si del propio sol se tratase. Podemos ver como los principales temas que se tratan en Un blanco, blanco día, la muerte, el duelo y el amor se funden con la distinta, impulsiva y autolesiva personalidad del protagonista.
Palmason no pone límites a su personaje que parece actuar de forma libre, sin tener en cuenta la mirada inquisidora de la audiencia frente a la que actúa. Frente a los violentos actos de Ingimundur, la audiencia solo tiene una posibilidad, el de respetar su comportamiento a pesar de que no lo comparta. Y es que resulta muy difícil sentirnos identificados con dicho personaje por la manera en la que realiza las cosas y las decisiones que toma. Es un personaje bastante atípico.
*El estilo de Hlynur Palmason
*La narración
Como se puede ver en sus anteriores proyectos como Winter Brothers o En Maler, Palmason deslumbra con la configuración de un estilo tan propio al principio de su carrera. Quizás algo de lo más difícil para un artista. La narración confusa, inquietante, aparentemente inconexa y sin ningún objetivo es una característica que se puede observar. En Un blanco, blanco día al espectador no le queda más remedio que dejarse llevar, ya que la trama es impredecible, además, no se nos plantea un objetivo fijo y a veces deambula demasiado en vez de ir a lo importante.
Ciertamente la trama principal casi pierde hasta la importancia que debe tener con esta narración tan diferente a la par que original. Aunque cabe destacar que en este segundo proyecto la narración se asienta un poco y baja a tierra permitiendo una mayor comprensión, algo que no es fácil de encontrar en Winter Brothers o En Maler, donde el espectador se siente demasiado desorientado.
*La fotografía
Por otro lado, cabe destacar los vicios técnicos que se permite el director. A veces alguno de estos peca de poco sentido e innecesario, pero eso al director le da igual, él decide ser libre en la realización de su proyecto. Cabe destacar también la magnífica fotografía que tiene la película. La encargada de esto es Maria von Hausswolff quien trabajó en anteriores proyectos con el director islandés. Si bien, es cierto que siempre consigue un resultado óptimo y muy bello, buenos encuadres, inmejorables puntos de vista y muy buenas composiciones. Pero en Un blanco, blanco día se supera dejando volar su creatividad y consigue una espectacular fotografía usando recursos originales. Sin lugar a duda, este es uno de los mayores puntos a destacar de la cinta.
*La banda sonora
A la original narración de Palmason y a la fotografía de Maria von Hausswolff se le suma en este proyecto la banda sonora. Apartado donde las disonancias predominan para crear la inquietante y perturbadora atmósfera que se respira durante la historia. Un conjunto de elementos que enriquecen el segundo proyecto del treintañero director.
*El desenlace
Si bien, la cinta es bastante especial y tiene su propio encanto, pero el final se queda flojo. Además, el arco de Ingimundur cambia bruscamente una vez se acerca el final de la cinta. Pasa de una personalidad violenta e impulsiva a una extremadamente pacifista y normal perdiendo todo lo diferente que tenía antes. Además, el brusco cambio aparentemente se produce con pocas razones, ya que la conversación que se da el día anterior a todo esto no da unas razones de tanto peso como para dicho cambio. De la noche a la mañana es una persona totalmente diferente.
Además, lo que podría haber sido una buena culminación de la cinta, con gran poder de impacto en el espectador se queda en nada. El enfrentamiento del protagonista con otro de los personajes de la cinta es realmente potente. Es una escena con una alta carga de intensidad, pero a la mañana siguiente todo se desinfla.
El final acaba con toda la tensión y el misterio generado durante toda la historia. Algo que parece haberse construido minuciosamente se desinfla como si de un globo se tratase.
Escrito por Javier Atienza
Palmason comienza su segundo filme mostrando un accidente de coche bastante raro o así pretende hacérnoslo ver él durante el filme. A esto le sigue una elipsis temporal bastante peculiar. Palmason decide mostrarnos el paso del tiempo con una cámara fija que muestre el cambio viendo pasar las distintas estaciones del año. Algo que podría realizarse con unas cuatro escenas, el joven director realiza cerca de una veintena abusando de dicho recurso tratando de hacer las cosas diferentes cuando con algo más simple la elipsis temporal se hubiera solucionado. Una declaración de intenciones en toda regla, ya que la película y la forma de realizarse es bastante diferente a lo que se nos tiene acostumbrados.
A pesar de la libertad que se toma el director para dar rienda suelta a su creatividad, el comienzo de la historia es cuanto menos cuestionable. Es una historia que se siente vacía, sin ningún significado, sin ninguna trama. Es una historia que se encuentra estancada y que parece no conseguir avanzar. Sin embargo, el filme comienza a coger ritmo cuando decide dejar entrar a los sentimientos, en especial el del duelo.
Centrarse en dicho tema incluyendo el misterioso accidente hace que Un blanco, blanco día coja ritmo, algo lento y distinto a lo común, pero consigue avanzar creando una atmósfera peculiar. Por otro lado, se lleva a cabo una investigación poco profunda y sin demasiados obstáculos que compliquen la trama. Asimismo, la resolución del misterioso accidente de coche no es suficiente interesante para Palmason, quien decide prácticamente no tirar de dicho hilo. Este prefiere centrarse en su personaje principal.
*Ingimundur
Ingimundur es el personaje principal de la cinta y prácticamente él es la propia película. Ingvar Sigurdsson es el actor que encarna al personaje de una manera sobresaliente otorgando al protagonista de una personalidad que inquieta. Hlynur Palmason pone a Ingimundur como el eje principal de la película, todo gira alrededor de él como si del propio sol se tratase. Podemos ver como los principales temas que se tratan en Un blanco, blanco día, la muerte, el duelo y el amor se funden con la distinta, impulsiva y autolesiva personalidad del protagonista.
Palmason no pone límites a su personaje que parece actuar de forma libre, sin tener en cuenta la mirada inquisidora de la audiencia frente a la que actúa. Frente a los violentos actos de Ingimundur, la audiencia solo tiene una posibilidad, el de respetar su comportamiento a pesar de que no lo comparta. Y es que resulta muy difícil sentirnos identificados con dicho personaje por la manera en la que realiza las cosas y las decisiones que toma. Es un personaje bastante atípico.
*El estilo de Hlynur Palmason
*La narración
Como se puede ver en sus anteriores proyectos como Winter Brothers o En Maler, Palmason deslumbra con la configuración de un estilo tan propio al principio de su carrera. Quizás algo de lo más difícil para un artista. La narración confusa, inquietante, aparentemente inconexa y sin ningún objetivo es una característica que se puede observar. En Un blanco, blanco día al espectador no le queda más remedio que dejarse llevar, ya que la trama es impredecible, además, no se nos plantea un objetivo fijo y a veces deambula demasiado en vez de ir a lo importante.
Ciertamente la trama principal casi pierde hasta la importancia que debe tener con esta narración tan diferente a la par que original. Aunque cabe destacar que en este segundo proyecto la narración se asienta un poco y baja a tierra permitiendo una mayor comprensión, algo que no es fácil de encontrar en Winter Brothers o En Maler, donde el espectador se siente demasiado desorientado.
*La fotografía
Por otro lado, cabe destacar los vicios técnicos que se permite el director. A veces alguno de estos peca de poco sentido e innecesario, pero eso al director le da igual, él decide ser libre en la realización de su proyecto. Cabe destacar también la magnífica fotografía que tiene la película. La encargada de esto es Maria von Hausswolff quien trabajó en anteriores proyectos con el director islandés. Si bien, es cierto que siempre consigue un resultado óptimo y muy bello, buenos encuadres, inmejorables puntos de vista y muy buenas composiciones. Pero en Un blanco, blanco día se supera dejando volar su creatividad y consigue una espectacular fotografía usando recursos originales. Sin lugar a duda, este es uno de los mayores puntos a destacar de la cinta.
*La banda sonora
A la original narración de Palmason y a la fotografía de Maria von Hausswolff se le suma en este proyecto la banda sonora. Apartado donde las disonancias predominan para crear la inquietante y perturbadora atmósfera que se respira durante la historia. Un conjunto de elementos que enriquecen el segundo proyecto del treintañero director.
*El desenlace
Si bien, la cinta es bastante especial y tiene su propio encanto, pero el final se queda flojo. Además, el arco de Ingimundur cambia bruscamente una vez se acerca el final de la cinta. Pasa de una personalidad violenta e impulsiva a una extremadamente pacifista y normal perdiendo todo lo diferente que tenía antes. Además, el brusco cambio aparentemente se produce con pocas razones, ya que la conversación que se da el día anterior a todo esto no da unas razones de tanto peso como para dicho cambio. De la noche a la mañana es una persona totalmente diferente.
Además, lo que podría haber sido una buena culminación de la cinta, con gran poder de impacto en el espectador se queda en nada. El enfrentamiento del protagonista con otro de los personajes de la cinta es realmente potente. Es una escena con una alta carga de intensidad, pero a la mañana siguiente todo se desinfla.
El final acaba con toda la tensión y el misterio generado durante toda la historia. Algo que parece haberse construido minuciosamente se desinfla como si de un globo se tratase.
Escrito por Javier Atienza
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
10 de mayo de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado mucho. Es como aquellas obras musicales que contemplan todos los "tempos" Lento, allegro, forza. El principio con su ritmo pausado parece que el director te dice que te fijes en la geografía del lugar. Luego aparecen los personajes dentro del paisaje.Cuando se enfrenta al ordenador hablando con su psicólogo es un punto y aparte en la narración. A partir de ese momento la lentitud desaparece y el ritmo se acelera hasta la última escena saliendo del túnel que recupera la calma del principio. Un final soberbio.
15 de enero de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En conjunto la película es buena y se vé sin problemas.
Es una típica película Nórdica. ¿Qué significa ésto?:
La Dirección puede ser, en algunos momentos, lenta o muy lenta, muy contemplativa, sin sobresaltos, algo rutinaria pero con algunas secuencias de Cine con mayúsculas.
La música está muy bien planteada y es una parte importante de la película.
Los típicos paisaje impregnan toda la película.
La Historia carece de originalidad, un poco tópica, se cuenta bien aunque peca de falta de credibilidad; no pretende llegar a ninguna lección moral y no aburre.
El ambiente de los escenarios, casas, etc. es el de una conocida empresa dedicada a los muebles y a la decoración; que no voy a nombrar para no hacer propaganda. A lo largo de toda la película uno siente la conocida sensación -hasta el olor- de estar comprando muebles.
Los personajes en general son como maniquíes, rígidos, inexpresivos, amantes del bricolaje, educados hasta la saciedad, parcos en hablar -de hecho los diálogos son muy escasos. La película mejora y gana en interés en la última parte cuando dejan de actuar así, aumenta el ritmo y la tensión, y se vuelven más humanos y expresivos.
Resumiendo: no es para tirar cohetes, ni para verla dos veces en un corto espacio de tiempo; pero es una película buena; a años luz de la actual chasca de silicona USA que nos invade.
Es una típica película Nórdica. ¿Qué significa ésto?:
La Dirección puede ser, en algunos momentos, lenta o muy lenta, muy contemplativa, sin sobresaltos, algo rutinaria pero con algunas secuencias de Cine con mayúsculas.
La música está muy bien planteada y es una parte importante de la película.
Los típicos paisaje impregnan toda la película.
La Historia carece de originalidad, un poco tópica, se cuenta bien aunque peca de falta de credibilidad; no pretende llegar a ninguna lección moral y no aburre.
El ambiente de los escenarios, casas, etc. es el de una conocida empresa dedicada a los muebles y a la decoración; que no voy a nombrar para no hacer propaganda. A lo largo de toda la película uno siente la conocida sensación -hasta el olor- de estar comprando muebles.
Los personajes en general son como maniquíes, rígidos, inexpresivos, amantes del bricolaje, educados hasta la saciedad, parcos en hablar -de hecho los diálogos son muy escasos. La película mejora y gana en interés en la última parte cuando dejan de actuar así, aumenta el ritmo y la tensión, y se vuelven más humanos y expresivos.
Resumiendo: no es para tirar cohetes, ni para verla dos veces en un corto espacio de tiempo; pero es una película buena; a años luz de la actual chasca de silicona USA que nos invade.
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