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El innombrado detective o El paciente del Doctor Sugrañes #5
El secreto de la modelo extraviada
Vuelve el detective loco de Eduardo Mendoza
En la nueva novela de Eduardo Mendoza, El secreto de la modelo extraviada, el detective loco que protagonizó El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y recientemente El enredo de la bolsa y la vida recuerda un caso aparentemente cerrado de los ochenta y no ceja en su empeño de resolverlo más de veinte años después. El detective más divertido de la narrativa española nos cuenta aquí su doble «Para el que ha pasado buena parte de su vida encerrado en un manicomio, aunque sea injustamente, como es mi caso, una reacción absurda no tiene nada de particular, aunque eso suponga meterse en líos. La cuestión es que un incidente trivial me trajo recuerdos y viajé al pasado (con la memoria, ya he dicho que no estoy loco). Años atrás me vi envuelto en un asunto feo. Habían asesinado a una modelo y me culpaban a mí. Por supuesto, sin razó una modelo no haría caso a un tipo como yo ni asesinándola. Simplemente, había un oscuro enredo, estaba metida gente importante y pensaron que yo podía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que se llame el desgraciado que paga los platos rotos. Para salvar el pellejo tuve que recurrir a mi ingenio y a métodos poco convencionales y pedir ayuda a personas de mi círculo, no siempre recomendables. No sé si salí bien parado del intento, pero salí. Ahora todo aquello ya es agua pasada. Sin embargo, un impulso me ha hecho volver sobre mis pasos, recorrer los antiguos escenarios, buscar a las personas que fueron protagonistas de aquel oscuro caso, y resolverlo por fin. Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?».
En la nueva novela de Eduardo Mendoza, El secreto de la modelo extraviada, el detective loco que protagonizó El misterio de la cripta embrujada, El laberinto de las aceitunas y recientemente El enredo de la bolsa y la vida recuerda un caso aparentemente cerrado de los ochenta y no ceja en su empeño de resolverlo más de veinte años después. El detective más divertido de la narrativa española nos cuenta aquí su doble «Para el que ha pasado buena parte de su vida encerrado en un manicomio, aunque sea injustamente, como es mi caso, una reacción absurda no tiene nada de particular, aunque eso suponga meterse en líos. La cuestión es que un incidente trivial me trajo recuerdos y viajé al pasado (con la memoria, ya he dicho que no estoy loco). Años atrás me vi envuelto en un asunto feo. Habían asesinado a una modelo y me culpaban a mí. Por supuesto, sin razó una modelo no haría caso a un tipo como yo ni asesinándola. Simplemente, había un oscuro enredo, estaba metida gente importante y pensaron que yo podía servir de cabeza de turco o de conejillo de indias, o como sea que se llame el desgraciado que paga los platos rotos. Para salvar el pellejo tuve que recurrir a mi ingenio y a métodos poco convencionales y pedir ayuda a personas de mi círculo, no siempre recomendables. No sé si salí bien parado del intento, pero salí. Ahora todo aquello ya es agua pasada. Sin embargo, un impulso me ha hecho volver sobre mis pasos, recorrer los antiguos escenarios, buscar a las personas que fueron protagonistas de aquel oscuro caso, y resolverlo por fin. Pero las cosas han cambiado. No sólo las personas y la forma de vivir, sino sobre todo la ciudad. En aquella época, Barcelona era una cochambre. Hoy es la ciudad más visitada y admirada. ¡Quién nos lo iba a decir! La Barcelona del presente no tiene nada que ver con la Barcelona del pasado. ¿O sí?».
320 pages, Kindle Edition
First published October 27, 2015
About the author
Eduardo Mendoza
90 books951 followersEduardo Mendoza Garriga studied law in the first half of the 1960s and lived in New York between 1973 and 1982, working as interpreter for the United Nations.
He maintained an intense relationship with novelists Juan Benet and Juan García Hortelano, poet Pere Gimferrer and writer (and neighbour) Félix de Azúa.
In 1975 he published his very successful first novel, La verdad sobre el caso Savolta (The Truth about the Savolta Case), where he shows his ability to use different resources and styles. The novel is considered a precursor to the social change in the Spanish post-Franco society and the first novel of the transition to democracy. He describes the union fights from the beginning of the 20th century, showing the social, cultural and economic reality of the Barcelona at the time. A year later he was awarded the Critic Prize.
His most acclaimed novel is probably La ciudad de los prodigios (The City of Marvels, 1986), about the social and urban evolution of Barcelona between the Universal Expositions of 1888 and 1929. It was adapted to the screen by Mario Camus in 1999.
In 1996, he published his third major Barcelona novel, this time set in the 1940s, Una comedia ligera (A Light Comedy).
Also within Mendoza's work stands the saga of Ceferino, a peculiar character, a detective locked up in a mental hospital. The first of these novels, El misterio de la cripta embrujada (The Mystery of the Bewitched Crypt, 1979) is a parody with hilarious moments mixing detective stories with gothic narrative.
In the second novel of the saga, El laberinto de las aceitunas (The Labyrinth of the Olives, 1982) he confirms his talent as parodist; the novel is one of his most successful works. The third (and last) novel of the saga, La aventura del tocador de señoras (The Adventure of the Powder Room) was published in 2002.
The newspaper El País published two of his novels by instalments, Sin noticias de Gurb ( No Word from Gurb, 1990) and El último trayecto de Horacio Dos (The Last Journey of Horatio Dos, 2001).
In 1990, his work in Catalan Restauració made its debut. He later translated it into Spanish himself.
He maintained an intense relationship with novelists Juan Benet and Juan García Hortelano, poet Pere Gimferrer and writer (and neighbour) Félix de Azúa.
In 1975 he published his very successful first novel, La verdad sobre el caso Savolta (The Truth about the Savolta Case), where he shows his ability to use different resources and styles. The novel is considered a precursor to the social change in the Spanish post-Franco society and the first novel of the transition to democracy. He describes the union fights from the beginning of the 20th century, showing the social, cultural and economic reality of the Barcelona at the time. A year later he was awarded the Critic Prize.
His most acclaimed novel is probably La ciudad de los prodigios (The City of Marvels, 1986), about the social and urban evolution of Barcelona between the Universal Expositions of 1888 and 1929. It was adapted to the screen by Mario Camus in 1999.
In 1996, he published his third major Barcelona novel, this time set in the 1940s, Una comedia ligera (A Light Comedy).
Also within Mendoza's work stands the saga of Ceferino, a peculiar character, a detective locked up in a mental hospital. The first of these novels, El misterio de la cripta embrujada (The Mystery of the Bewitched Crypt, 1979) is a parody with hilarious moments mixing detective stories with gothic narrative.
In the second novel of the saga, El laberinto de las aceitunas (The Labyrinth of the Olives, 1982) he confirms his talent as parodist; the novel is one of his most successful works. The third (and last) novel of the saga, La aventura del tocador de señoras (The Adventure of the Powder Room) was published in 2002.
The newspaper El País published two of his novels by instalments, Sin noticias de Gurb ( No Word from Gurb, 1990) and El último trayecto de Horacio Dos (The Last Journey of Horatio Dos, 2001).
In 1990, his work in Catalan Restauració made its debut. He later translated it into Spanish himself.
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Displaying 1 - 30 of 108 reviews
May 27, 2020
Por un descuido en mi biblioteca de pendientes he tenido que leer esta quinta entrega antes que la cuarta, que hubiera sido lo lógico. Lo digo como anécdota, simple y llanamente.
Aunque perdidas algo de la sorpresa y frescura de su entrañable primera entrega, Eduardo Mendoza me sigue maravillando por su sarcástico sentido del humor (y de la mala leche) y su fantástica verborrea literaria, sacando palabras y palabros de un diccionario que ya pocos usuarios frecuentamos, pero que Mendoza maneja como casi nadie. Por supuesto, para disfrutar plenamente de esta lectura hay que meterse de lleno en el mundo de lo absurdo del autor. Sólo así te podrás garantizar unas buenas risas. Y yo, aunque menos que con las anteriores, me he echado unas cuantas.
Aunque perdidas algo de la sorpresa y frescura de su entrañable primera entrega, Eduardo Mendoza me sigue maravillando por su sarcástico sentido del humor (y de la mala leche) y su fantástica verborrea literaria, sacando palabras y palabros de un diccionario que ya pocos usuarios frecuentamos, pero que Mendoza maneja como casi nadie. Por supuesto, para disfrutar plenamente de esta lectura hay que meterse de lleno en el mundo de lo absurdo del autor. Sólo así te podrás garantizar unas buenas risas. Y yo, aunque menos que con las anteriores, me he echado unas cuantas.
May 5, 2024
He llegado a un momento, en que me da lo mismo el argumento de los libros de la vertiente más loca de Eduardo Mendoza. En serio, podría incurrir en incoherencias, dejar cabos sueltos o dar giros imposibles a las tramas para que le cuadrasen los finales. Da todo igual porque lo que me fascina de Mendoza es dejarme llevar por su marea dialéctica. Navegar en esas frases laaaaargas, llenas de digresiones y giros, y salpicadas de palabras poco convencionales de las que quiero apropiarme al instante, aunque luego la gente me mire raro cuando las empleo ne alguna conversación. Y, por supuesto, descojonarme vivo con las perlas de humor absolutamente brillante que deja aquí y allá, y que hacen que no pueda dejar la lectura ansioso por encontrar la siguiente. Mendoza es un virtuoso, y un moderno. Nadie hace lo que él hace. Mendoza es un genio vivo de las letras hispanas. Te puede gustar, o no. Pero esto, es así.
December 14, 2021
Con su envidiable dialéctica, su paciencia a toda prueba y su paupérrimo aspecto, es un placer reencontrarse con el genial detective concebido por Eduardo Mendoza. Este estilista del lenguaje, asoma para investigar un nuevo caso, en compañía de un enajambre de joviales, torpes y siempre maravillosos personajes, de los cuales la deslumbrante Barcelona siempre es uno más.
Esta vez intentará resolver (por razones de... fuerza mayor) el asesinato de una modelo y lo hará con su mordaz sabiduría y esa desconcertante capacidad para transformar los desastres en aventuras y las aventuras en desastres. Y haciendo footing.
Cuando el absurdo es la norma todo se vuelve tan irremediablemente real que duele y causa risa al mismo tiempo. Parece un sinsentido pero no lo es. No sé. Pero me divertí mucho. Otra vez.
Esta vez intentará resolver (por razones de... fuerza mayor) el asesinato de una modelo y lo hará con su mordaz sabiduría y esa desconcertante capacidad para transformar los desastres en aventuras y las aventuras en desastres. Y haciendo footing.
Cuando el absurdo es la norma todo se vuelve tan irremediablemente real que duele y causa risa al mismo tiempo. Parece un sinsentido pero no lo es. No sé. Pero me divertí mucho. Otra vez.
March 12, 2017
Para mim, Eduardo Mendoza é um dos mais proeminentes escritores catalães da atualidade. Tudo o que li dele gostei embora tenha de destacar o fabuloso livro “A Cidade dos Prodígios” onde perambulamos por uma Barcelona em plena revolução industrial, convidando-nos também a conhecer todo o bulício, os caprichos, a azáfama dos preparativos para a Exposição Universal que ocorrera naquela cidade em 1888.
Em “Rixa de Gatos”, que decorre no período que antecede à guerra civil, Mendoza mantém-nos, indefetivelmente presos na trama da primeira à última página, acompanhando um crítico de arte inglês que tem como missão a autenticação de um quadro, um Velasquez salvo o erro, que estaria na base de uma conspiração que permitiria o eclodir de um golpe de estado.
E será, também, neste “O Segredo da Modelo Perdida” que, mais uma vez, Eduardo Mendoza revelará a sua enorme e pujante veia criativa. A partir de um tema banal, um crime, um mistério a desvendar, o autor catalão concebe uma narrativa densa mas extraordinariamente divertida! A história, contada na primeira pessoa por um personagem (não me lembro de ter reparado se tinha algum nome, apesar dos falsos que utiliza), espécie de bandido preso, várias vezes e internado num sanatório, acusado de um crime que não cometera vai tentar, com a ajuda de outros personagens, também notáveis na sua caracterização, desvendar o sucedido no sentido de ilibar as suspeitas que recaiam sobre si.
Por outro lado, Mendoza, como em muitas das usas obras, dá-nos a conhecer e a viajar por uma Barcelona descaracterizada, pobre, afastada das suas intenções de grande metrópole até à Barcelona de hoje com o seu indiscutível glamour, de dimensões estonteantes para o turista incauto, considerada uma das urbes que mais crescimento urbanístico conheceu, principalmente, após a edição dos Jogos Olímpicos de 1992 e uma das cidades europeias com uma procura turística mais pronunciada.
A leitura vale pelo enredo, pelo mistério, pela ação mas fundamentalmente, pelos personagens que só poderiam ter dado à luz por um escritor que tem a capacidade de gerar, num só livro, o humor, a ironia, a inteligência, a tragédia através dos quais constrói um quadro social e mental de uma época em ricas cambiantes tonais características do melodrama e das tragicomédias. Muito bom!
Em “Rixa de Gatos”, que decorre no período que antecede à guerra civil, Mendoza mantém-nos, indefetivelmente presos na trama da primeira à última página, acompanhando um crítico de arte inglês que tem como missão a autenticação de um quadro, um Velasquez salvo o erro, que estaria na base de uma conspiração que permitiria o eclodir de um golpe de estado.
E será, também, neste “O Segredo da Modelo Perdida” que, mais uma vez, Eduardo Mendoza revelará a sua enorme e pujante veia criativa. A partir de um tema banal, um crime, um mistério a desvendar, o autor catalão concebe uma narrativa densa mas extraordinariamente divertida! A história, contada na primeira pessoa por um personagem (não me lembro de ter reparado se tinha algum nome, apesar dos falsos que utiliza), espécie de bandido preso, várias vezes e internado num sanatório, acusado de um crime que não cometera vai tentar, com a ajuda de outros personagens, também notáveis na sua caracterização, desvendar o sucedido no sentido de ilibar as suspeitas que recaiam sobre si.
Por outro lado, Mendoza, como em muitas das usas obras, dá-nos a conhecer e a viajar por uma Barcelona descaracterizada, pobre, afastada das suas intenções de grande metrópole até à Barcelona de hoje com o seu indiscutível glamour, de dimensões estonteantes para o turista incauto, considerada uma das urbes que mais crescimento urbanístico conheceu, principalmente, após a edição dos Jogos Olímpicos de 1992 e uma das cidades europeias com uma procura turística mais pronunciada.
A leitura vale pelo enredo, pelo mistério, pela ação mas fundamentalmente, pelos personagens que só poderiam ter dado à luz por um escritor que tem a capacidade de gerar, num só livro, o humor, a ironia, a inteligência, a tragédia através dos quais constrói um quadro social e mental de uma época em ricas cambiantes tonais características do melodrama e das tragicomédias. Muito bom!
January 14, 2018
Aquí el señor Mendoza en su línea, un libro cargado de humor y un protagonista, sin nombre a presar de ser esta la quinta entrega, que, aunque lo toman por loco, está más cuerdo que muchos de los que están fuera tanto por sus respuestas como por sus deducciones. Me encanta este personaje y es un libro de los que yo llamo desengrasante, de los que me gusta meter entre lecturas más densas. Tiene unos puntos muy graciosos y un desenlace inesperado.
December 30, 2015
Eduardo Mendoza. Un tiempo para los secundarios
Qué duda cabe que Eduardo Mendoza es el autor de uno de los detectives más delirantes que ha dado la narrativa policiaca. Delirante desde el momento que no es un detective, sino un loco, y no un loco, sino un hombre encerrado en un manicomio, y ni tan siquiera eso, porque nosotros siempre lo conocemos en libertad. En realidad ese hombre sin nombre es algo más que todo eso: es nuestro tiempo. O su tiempo. A través de los cinco libros que protagoniza, Mendoza ha logrado tratar uno de los retratos más certeros de una sociedad, la española, que parece que solo se puede entender desde la coralidad y el esperpento. Y de paso, ahora que parece otra cosa, la de una ciudad, Barcelona, espejo de una deriva de cuarenta años de transición, una transición en la que parecemos permanentemente instalados. El secreto de la modelo extraviada, de este modo, no es solo una novela intrigante, sino un canto a un mundo inexistente. Más divertido, más siniestro, pero más justo.
¿Qué más da lo que hagamos o digamos? Durante unos años los travestís y los colgados tuvimos la palabra. Pero no supimos construir nada serio ni duradero.
Estas palabras de la señorita Westinghouse, improvisada Watson de nuestro no menos improvisado Holmes, vienen a resumir en dos frases todo un libro o, mejor, todo un universo literario creado por Mendoza para hacer desfilar la sociedad que fuimos, de la que venimos y de la que no hemos logrado escapar de todo. Perdidas las oportunidades, tenemos lo que nos merecemos, que es algo más limpio pero más estúpido. A través del caso de una modelo asesinada, de la implicación de nuestro hombre como culpable y de su travesía barcelonesa buscando la solución del enigma y al verdadero culpable, volvemos a encontrar no solo los personajes ya conocidos (como su Cándida hermana) sino un mundo reconocible que habita una Barcelona que ya no existe. Una Barcelona de bares imposibles (pero ciertos), corseterías prehistóricas, putas y vividores, además de ricachones de todos los tiempos y sociedades secretas risibles.
Eduardo Mendoza no solo ha creado un personaje revelador sino que lo ha vestido con todo un aparato narrativo impecable. Una narrativa necesaria para hacer creíble ese mundo vacilante que quiere dejar su testimonio. Todos y cada uno de los personajes tienen algo que contar, algo que aportar a esa historia que no saldrá en ningún libro de texto, sino tan solo en novelas de detectives. O de este. Porque solo desde un personaje infantil, enredado a menudo en su mundo de equívocos, es posible desvelar ese mundo en pelotas, como ese emperador del cuento. Como en aquellas comedias neorrealistas italianas, uno no deja de reírse hasta que llega el final, cierra el libro y todo es más triste.
El secreto de la modelo extraviada, es una novela protagonizada por actores secundarios. Por esos cómicos que iban a ninguna parte. Narrada en dos tiempos, Mendoza se pregunta cómo hemos cambiado, pero no mucho. Lo importante, de nuevo, es el viaje. El viaje a pie a través de calles y callejuelas, de las ruinas que quedaron tras otras ruinas que dejaron atrás otras más. Y así.
Escrito para Détour.
Qué duda cabe que Eduardo Mendoza es el autor de uno de los detectives más delirantes que ha dado la narrativa policiaca. Delirante desde el momento que no es un detective, sino un loco, y no un loco, sino un hombre encerrado en un manicomio, y ni tan siquiera eso, porque nosotros siempre lo conocemos en libertad. En realidad ese hombre sin nombre es algo más que todo eso: es nuestro tiempo. O su tiempo. A través de los cinco libros que protagoniza, Mendoza ha logrado tratar uno de los retratos más certeros de una sociedad, la española, que parece que solo se puede entender desde la coralidad y el esperpento. Y de paso, ahora que parece otra cosa, la de una ciudad, Barcelona, espejo de una deriva de cuarenta años de transición, una transición en la que parecemos permanentemente instalados. El secreto de la modelo extraviada, de este modo, no es solo una novela intrigante, sino un canto a un mundo inexistente. Más divertido, más siniestro, pero más justo.
¿Qué más da lo que hagamos o digamos? Durante unos años los travestís y los colgados tuvimos la palabra. Pero no supimos construir nada serio ni duradero.
Estas palabras de la señorita Westinghouse, improvisada Watson de nuestro no menos improvisado Holmes, vienen a resumir en dos frases todo un libro o, mejor, todo un universo literario creado por Mendoza para hacer desfilar la sociedad que fuimos, de la que venimos y de la que no hemos logrado escapar de todo. Perdidas las oportunidades, tenemos lo que nos merecemos, que es algo más limpio pero más estúpido. A través del caso de una modelo asesinada, de la implicación de nuestro hombre como culpable y de su travesía barcelonesa buscando la solución del enigma y al verdadero culpable, volvemos a encontrar no solo los personajes ya conocidos (como su Cándida hermana) sino un mundo reconocible que habita una Barcelona que ya no existe. Una Barcelona de bares imposibles (pero ciertos), corseterías prehistóricas, putas y vividores, además de ricachones de todos los tiempos y sociedades secretas risibles.
Eduardo Mendoza no solo ha creado un personaje revelador sino que lo ha vestido con todo un aparato narrativo impecable. Una narrativa necesaria para hacer creíble ese mundo vacilante que quiere dejar su testimonio. Todos y cada uno de los personajes tienen algo que contar, algo que aportar a esa historia que no saldrá en ningún libro de texto, sino tan solo en novelas de detectives. O de este. Porque solo desde un personaje infantil, enredado a menudo en su mundo de equívocos, es posible desvelar ese mundo en pelotas, como ese emperador del cuento. Como en aquellas comedias neorrealistas italianas, uno no deja de reírse hasta que llega el final, cierra el libro y todo es más triste.
El secreto de la modelo extraviada, es una novela protagonizada por actores secundarios. Por esos cómicos que iban a ninguna parte. Narrada en dos tiempos, Mendoza se pregunta cómo hemos cambiado, pero no mucho. Lo importante, de nuevo, es el viaje. El viaje a pie a través de calles y callejuelas, de las ruinas que quedaron tras otras ruinas que dejaron atrás otras más. Y así.
Escrito para Détour.
August 21, 2016
Desde hace tiempo que Mendoza figura entre mis autores preferidos. Et pourtant! Con el paso del tiempo me comvenzo de que sus obras serias son menos interesantes de lo que pensaba, con las obvias excepciones de La ciudad de los prodigios y Los soldados de Cataluña. Sus obras ligeras, por el contrario, ... Tampoco hay que generalizar. Vaya, que lo que me gusta es la saga de los Misterios. En ella, Mendoza excele en su uso impecable del lenguaje, con una varieded y calidad sin parangón, con un agudo sentido del humor, con una trama bien construida y un resultado que se lee de un tirón. Encuentro en este su último libro de la saga una abundancia de términos del castellano de Cataluña que no recordaba en otros, lo que le da más interés. Me entristece que confunda tontamente el Trambaix con el Trambesòs, pero me digo que no será el autor muy dado a viajar en tranvía y menos a destinos como los habituales de ambos servicios. El libro está dividido en dos partes, muy dinámica y divertida la primera, algo menos la segunda (a menos que mi impresión esté influida por las tardías horas en que la devoraba con ganas evidentes de conocer el deenlace). Me pareció un encomiable ejercicio de escritura en el que el contrasentido brutal del asocial iletrado que habla como les señorones del S. XIX crea una atmósfera divertida y sublime.
March 6, 2016
Me ha gustado mucho la primera parte, pero no tanto la segunda. Con todo, me sigo riendo mucho con los libros de este detective... sobre todo cunado algún personaje "une la acción a la palabra".
July 31, 2017
El primer capítulo de El secreto de la modelo extraviada lleva por título "Un perro capcioso" y prueba que quien avisa no es traidor: Un perro capcioso podría ser la hipálage resumen de esta novela, o una muy buena aproximación a la voz del narrador que Eduardo Mendoza nos presenta (a algunos por vez primera, pese a ser protagonista de una serie larga que desafortunadamente no está en mi biblioteca).
La estructura es simple: un libro en dos partes, cada una desarrollada en un marco temporal distinto. La trama es simple: en la primera parte, el narrador es inculpado de un asesinato y se esfuerza por demostrar su inocencia hasta un anticlimático final donde se limpia su nombre; en la segunda parte, el narrador se esfuerza por atar los cabos sueltos del caso. Entre ambas partes de la trama pesa un silencio de años, y ahí es donde encuentro una de las grandes virtudes escondidas de esta novela.
Antes, sin embargo, permítaseme breve mención de las evidentes: Mendoza, al igual que en La verdad sobre el caso Savolta , demuestra un dominio del lenguaje delicioso, capaz de lograr una levedad poética en la cual los lectores tienen que detenerse y respirar. Esto, además de la belleza, sirve a hilar muy finamente una ironía constante, cuyo disfrute se traduce en carcajadas incluso cuando su sutileza se enfunda en traje amplio y lanza párrafos de burda caricatura. Es indudable lo bien escrita que está la novela, sólo así consigue sostener, sin hastiar, parodias como las que presenta al trazar, por ejemplo, a los personajes.
Esos son el segundo acierto evidente: qué entretenida taifa desfila por estas páginas. No son sutiles acuarelas sino brutales grafitis, pero cuán bien narrados, con cuánto cariño hasta los más nimios. Eso se siente al leer: los queremos torpes y bruscos y caricaturescos. No me importa la evidencia paródica en su elaboración al momento de desear abrazar a la señorita Westinghouse.
Quizás sea esa calidez en los personajes la semilla de estos párrafos finales, donde volveré sobre la virtud oculta en el mutis de años ocurrido entre las dos partes de la novela, entre la página 199 y la 203.
Allí ocurrió mucho. Barcelona dejó de ser en potencia para convertirse en realidad, creció el turismo, aparecieron nuevos barrios, y un largo corolario de etcéteras. El progreso ocurre en esas páginas silenciosas. Y los personajes cambian. Lo vemos al volverlos a encontrar, lo descubrimos cuando reaparecen en la segunda parte de la novela. Y hay un aliento de tristeza tan demoledor como suave: una brisa breve, apenas capaz de agitar las hojas, donde se refocilan felices los bacilos de la peste.
Se me removieron las tripas, por ejemplo, al leer a la señorita Westinghouse:
Dónde, sino en esas páginas calladas, en ese corte de la novela en dos partes, cabía el aprendizaje de tanto desconsuelo. Dónde el nihilismo. Dónde la derrota. Dónde la infinita orfandad del señor Llewelyn casi al final:
La verdadera maestría al escribir humor, al hacer comentarios irónicos, es lograr ostentar un cinismo verdadero, carente del ego de los triunfadores y sin embargo firme en su arrogancia derrotada (Grecia estaba invadida cuando Diógenes, después de todo). Aplaudo esa capacidad en Mendoza.
Aplaudo, también, esta para mí nueva faceta suya.
La estructura es simple: un libro en dos partes, cada una desarrollada en un marco temporal distinto. La trama es simple: en la primera parte, el narrador es inculpado de un asesinato y se esfuerza por demostrar su inocencia hasta un anticlimático final donde se limpia su nombre; en la segunda parte, el narrador se esfuerza por atar los cabos sueltos del caso. Entre ambas partes de la trama pesa un silencio de años, y ahí es donde encuentro una de las grandes virtudes escondidas de esta novela.
Antes, sin embargo, permítaseme breve mención de las evidentes: Mendoza, al igual que en La verdad sobre el caso Savolta , demuestra un dominio del lenguaje delicioso, capaz de lograr una levedad poética en la cual los lectores tienen que detenerse y respirar. Esto, además de la belleza, sirve a hilar muy finamente una ironía constante, cuyo disfrute se traduce en carcajadas incluso cuando su sutileza se enfunda en traje amplio y lanza párrafos de burda caricatura. Es indudable lo bien escrita que está la novela, sólo así consigue sostener, sin hastiar, parodias como las que presenta al trazar, por ejemplo, a los personajes.
Esos son el segundo acierto evidente: qué entretenida taifa desfila por estas páginas. No son sutiles acuarelas sino brutales grafitis, pero cuán bien narrados, con cuánto cariño hasta los más nimios. Eso se siente al leer: los queremos torpes y bruscos y caricaturescos. No me importa la evidencia paródica en su elaboración al momento de desear abrazar a la señorita Westinghouse.
Quizás sea esa calidez en los personajes la semilla de estos párrafos finales, donde volveré sobre la virtud oculta en el mutis de años ocurrido entre las dos partes de la novela, entre la página 199 y la 203.
Allí ocurrió mucho. Barcelona dejó de ser en potencia para convertirse en realidad, creció el turismo, aparecieron nuevos barrios, y un largo corolario de etcéteras. El progreso ocurre en esas páginas silenciosas. Y los personajes cambian. Lo vemos al volverlos a encontrar, lo descubrimos cuando reaparecen en la segunda parte de la novela. Y hay un aliento de tristeza tan demoledor como suave: una brisa breve, apenas capaz de agitar las hojas, donde se refocilan felices los bacilos de la peste.
Se me removieron las tripas, por ejemplo, al leer a la señorita Westinghouse:
-Nacimos después de acabada la guerra -prosiguió- y nos moriremos antes de que empiece la próxima. ¿Qué más da lo que hagamos o digamos? Durante unos años los travestis y los colgados tuvimos la palabra. Pero no supimos construir nada serio ni duradero. Quizá es mejor así. Las grandes ideas son catastróficas y las pequeñas pasan pronto de moda, porque lo banal cansa y empacha. Al final, todo es agua de borrajas. Si volviera a nacer, no querría ser un ama de casa americana. Pero eso tampoco importa, porque no volveré a nacer. (272)
Dónde, sino en esas páginas calladas, en ese corte de la novela en dos partes, cabía el aprendizaje de tanto desconsuelo. Dónde el nihilismo. Dónde la derrota. Dónde la infinita orfandad del señor Llewelyn casi al final:
La Humanidad avanza, pero hacia atrás. El hombre Neandertal debía de ser más juicioso. No más guapo, pero sí mejor. Vivimos en un mundo insensato que, por si fuera poco, tiene los días contados. (305)
La verdadera maestría al escribir humor, al hacer comentarios irónicos, es lograr ostentar un cinismo verdadero, carente del ego de los triunfadores y sin embargo firme en su arrogancia derrotada (Grecia estaba invadida cuando Diógenes, después de todo). Aplaudo esa capacidad en Mendoza.
Aplaudo, también, esta para mí nueva faceta suya.
March 5, 2016
Mendoza nos presenta una vez más a su detective anónimo. Quien escapara del doctor Sugrañes se encuentra de golpe con un asesinato de una modelo que se ve impulsado a resolver. El caso presenta mayor complejidad, ya que en esa Barcelona de los 80 se empieza a formar una oscura trama de corrupción y de intereses siniestros.
Eduardo Mendoza saca la quinta novela protagonizada por este simpar y divertido loco metido a detective, que tanto humor nos ha aportado en entregas anteriores. Yo, que reconozco haber disfrutado con cada una de las partes de esta serie, me veo obligado a reconocer que la presente está algo lejos de las demás en cuanto se refiere a su encanto natural. Parece más seria, más oscura y el tono de hablar de los personajes simpáticos está más borroso. Si bien el caso y la trama que esconde son atractivos, algo ha dejado caer Mendoza. O quizás es que el autor le ha hecho envejecer al protagonista a propósito, y los años también pasan factura en la ficción.
Eduardo Mendoza saca la quinta novela protagonizada por este simpar y divertido loco metido a detective, que tanto humor nos ha aportado en entregas anteriores. Yo, que reconozco haber disfrutado con cada una de las partes de esta serie, me veo obligado a reconocer que la presente está algo lejos de las demás en cuanto se refiere a su encanto natural. Parece más seria, más oscura y el tono de hablar de los personajes simpáticos está más borroso. Si bien el caso y la trama que esconde son atractivos, algo ha dejado caer Mendoza. O quizás es que el autor le ha hecho envejecer al protagonista a propósito, y los años también pasan factura en la ficción.
March 19, 2018
Quinto libro de la serie protagonizada por un muy, muy, muy atípico detective. El protagonista, del que no conocemos el nombre, es un personaje que entra y sale de centros psiquiátricos, consigue trabajos temporales de lo más estrafalarios y siempre se ve envuelto en unas tramas esperpénticas, desternillantes, surrealistas...; con unos ayudantes tan o más extraños que él mismo. En este caso, una mañana en que va a repartir un pedido de comida china. recuerda un caso en el que se vió envuelto....
February 27, 2017
Leer a Eduardo Mendoza es garantía de alegría y de disfrutar en cada página la "innata proclividad al desparramo léxico", como bien expresa el propio protagonista. Quinta entrega del "innombrado Detective" (el autor ha conseguido escribir 5 libros sin revelar el nombre del protagonista); siempre ambientadas en Barcelona, y esta vez, en el barrio donde está mi oficina: casualidad que me permitió gozar aún más de sus aventuras.
August 25, 2024
De cuando el fondo del asunto pasa a un segundo plano y "tan sólo" disfrutas de que alguien como Mendoza te cuente lo que le apetezca. Sí a todo, Eduardo.
March 20, 2017
En el secreto de la modelo extraviada, Eduardo Mendoza vuelve, como en otras obras de la saga del detective anónimo, a regalarnos un magnífico thriller satírico que nos hace pasar un buen rato, además de mostrarnos el ambiente sucio y corrupto de una Barcelona de finales de los 80. La obra se divide en dos partes entre las cuales pasan muchos años, pero donde el tema (la resolución de un asesinato) sigue siendo el mismo. Aparte de anécdotas graciosas, el lenguaje muy formal en boca de personajes humildes y del narrador confiere al relato el tono humorístico habitual de la saga y consigue levantarte más de una carcajada durante la lectura. A mi entender hay bastantes personajes estereotipados supongo que con el propósito humorístico de la obra, además de la resolución del caso bastante fortuita, pero, en cualquier caso, la obra posee la calidad suficiente para conseguir el objetivo que creo pretende: entretener.
February 14, 2016
Me parece la obra más madura de las que ha escrito Mendoza sobre el psicópata investigador. No sólo ha recuperado el humor desternillante de sus primeras obras (humor que se perdió bastante en la cuarta parte de la serie), sino que también hay una crítica social mucho más profunda que en las obras anteriores, sin perder un ápice de gracia. De hecho, uno de los personajes con mayor profundidad, en cuanto a su crítica de la sociedad, es un trasvestido que antiguamente era guardia civil. Esperemos que la serie continúe con tan buenos resultados.
April 24, 2019
No tenía idea de que esperar, elegí el libro por el título y me deje llevar. Qué grata sorpresa al descubrir la temática pues entre risas fue que se resolvió el misterio.
No es un libro que haga pensar demasiado para entenderlo sin embargo te deja pensando cómo hay personas que se creen superiores y porque pueden culpan a otros de sus crímenes. Qué fácil resulta lavarse las manos no sin antes haber manchado a otro que ni su vela en el entierro para supuestamente salir sin culpa.
Pasa en la fantasía, pasa en la ficción y pasa en la vida.
No es un libro que haga pensar demasiado para entenderlo sin embargo te deja pensando cómo hay personas que se creen superiores y porque pueden culpan a otros de sus crímenes. Qué fácil resulta lavarse las manos no sin antes haber manchado a otro que ni su vela en el entierro para supuestamente salir sin culpa.
Pasa en la fantasía, pasa en la ficción y pasa en la vida.
April 22, 2018
Con Mendoza uno termina de leer y lo menos importante es la trama. Es un deleite página tras página, una fiesta de ironía, satira y locura, en donde aparentemente nada tiene sentido pero todo lo tiene. La primera vez que leí a Mendoza fue con El Tocador de Señoras y me reí de principio a fin, con este también reí bastante pero no llega al nivel del primero. Igual Mendoza siempre será una gran opción si quieres pasar un rato entretenido:)
4.3
4.3
January 8, 2016
Está en la línea de los anteriores, si te gustaron los otros te gustará este. El detective loco sin nombre sigue haciendo de las suyas por Barcelona, que es otro personaje más en esta saga. Lo único reseñable es que ambos, protagonista y ciudad se hacen mayores. Y envejecer nunca es grato, ni en los libros de humor...
June 19, 2017
Estes livros do Eduardo Mendoza são, para mim, pura diversão. Mas diversão muito bem escrita - este detetive fora do habitual enche-me as medidas.
E não deixa de haver uma interessante caracterização daquela sociedade.
Recomendo para quem está de férias e se quer distrair um bocadinho.
E não deixa de haver uma interessante caracterização daquela sociedade.
Recomendo para quem está de férias e se quer distrair um bocadinho.
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September 6, 2019
Divertido libro de aventuras donde el autor juega con el humor y el castellano como le da la gana. Distraído y alocado. Enhorabuena, Eduardo Mendoza. Primer libro que me leo de este autor y no será el último.
May 10, 2018
El segundo mejor libro que he leído del Eduardo Mendoza. ¿El primero? Seguro que sabes la respuesta.
September 4, 2020
Mi primera lectura de Eduardo Mendoza. La segunda fue El misterio de la cripta embrujada, y con ambas consigue que Barcelona sea casi un personaje más de las cómicas, absurdas, y por eso también maravillosas, tramas.
July 29, 2021
Muy divertido 😍
April 18, 2023
Me río a mucho con las ideas del detective loco. Para reirse y sin mayores pretensiones.
July 18, 2023
Una lectura muy entretenida, llena de humor, ironía y situaciones surrealistas.
March 31, 2024
1,75⭐️
May 23, 2020
Fiel a su forma de ser, el investigador anónimo vuelve a hacer de las suyas, con escenas que solo Eduardo Mendoza puede darnos y plagada de personajes variopintos e inolvidables, está novela que se lee de una pasada, a los lectores ya conocedores nos deleita, con un giro inesperado y contada en dos épocas diferentes, plagada de momentos cómicos, nos hace recordar los mejores momentos de nuestro querido investigador. Me gustó.
March 27, 2022
Me gusta el lenguaje que usa pero la historia es un poco extravagante
May 16, 2020
Uno puede descubrir a través de la historia que Mendoza está detrás de esta obra. Sigue una dinámica bastante similar a las que antes protagonizó este curioso detective. Si te gustaronlas anteriores, seguro que te gustará esta.
August 3, 2023
Demasiado más de lo mismo.
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