El mal gusto , como el buen gusto son conceptos sociales subjetivos con definiciones contradictorias,[1] y con distintos ejemplos en la historia de la paremiología.

  • «La naturaleza es una obra de arte, pero Dios es el único artista que existe, y el hombre no es más que un obrero de mal gusto».[2]
  • «Lo indignante del mal gusto, es el placer aristocrático de disgustar». Cohetes, 18.[3]
  • «Quien huye del mal gusto cae en el hielo».[4]

Véase también

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Referencias

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  1. DLE/RAE
  2. Palomo (2013), p. 209.
  3. Baudelaire, Charles (1999). ‘Mi corazón al desnudo’ y otros escritos póstumos. Valdemar; trad. de María Badiola. p. 47.  ISBN 8477022836.
  4. Bartra (1994), p. 220.