Crítica: Rising up at Night
por Ola Salwa
- BERLINALE 2024: El nuevo trabajo de Nelson Makengo intenta capturar lo que supone la vida en una Kinshasa constantemente oscura e inundada
“Una casa sin electricidad es una casa sin alegría”, dice una de las voces emergentes de una pantalla en negro al principio de Rising up at Night [+lee también:
entrevista: Nelson Makengo
ficha de la película], el documental de Nelson Makengo, estrenado mundialmente en la sección Panorama de la Berlinale. La película se encuentra en gran parte envuelta en oscuridad e impregnada de las aguas del Río Congo, como consecuencia de la inundación en Kinshasa.
La cámara nos muestra un grupo de gente local que intenta navegar por sus vidas mientras se preparan para Navidad, en su lucha por conseguir nuevos cables que les ayuden a recuperar su electricidad y evitar los peligros que acechan en la impenetrable oscuridad; peligros como violadores que dan caza a chicas y mujeres, a los cuales la noche les proporciona cobertura o agujeros en los que la gente puede caer. En la oscuridad de la noche, una linterna es, a veces literalmente, un salvavidas y un sable de luz para combatir los terrores. Además, hay pocas esperanzas en la ayuda exterior, ya que imperios prósperos como China, que quiere construir una central hidroeléctrica en la República Democrática del Congo, dan un paso atrás.
Como muestra Makengo, antiguo alumno de Berlinale Talents 2020, los miembros de la comunidad local pueden contar unos con otros, ya que uno de ellos recauda dinero para los cables nuevos. También buscan apoyo en la fe cristiana, rogándole a Jesús por piedad, misericordia y perdón. Al mismo tiempo, la vida sigue y las personas van a un gimnasio improvisado, flotan alrededor del vecindario en un bote y hacen recados.
Rising up at Night es un documental muy modesto y observacional que se centra en una comunidad a la que dejaron enfrentarse sola a dos desastres, uno natural y uno artificial, que dominan sus vidas. La ausencia total de acontecimientos espectaculares es una elección artística, ya que, a lo largo de la película, nos queda claro que el objetivo de Makengo es permitir a la audiencia hacerse una idea de lo que podría ser existir en completa oscuridad. De hecho, el director une escenas que solo han sido grabadas por la noche, sin ninguna fuente de luz adicional. Su documental, de algún modo, se funde en la negrura de la sala de proyección, y es que los ojos solo pueden adaptarse a estas condiciones específicas de visionado hasta cierto punto. También es un experimento curioso, aunque un poco teórico: ¿cómo puedes conectar con una persona o un protagonista de una película al que a penas puedes ver?
Por desgracia, la situación de Kinshasa no ha mejorado mucho desde que Makengo apagó su cámara, ya que otra desastrosa inundación azotó el país a principios de febrero, pocas semanas antes de que Rising up at Night tuviera su estreno en la Berlinale. La alegría, sin duda alguna, sigue ausente.
Rising up at Night es una colaboración entre la República Democrática del Congo, Bélgica, Alemania, Burkina Faso y Catar. Twenty Nine Studio & Production ha producido la película junto a Mutotu Productions, con Film Five, Magellan Films, Auguste Orts, RTBF y Diam Production como coproductores. Square Eyes posee los derechos mundiales.
(Traducción del inglés por Joanna Sánchez Moya)
¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.