23/08/2021 - La película de David Ondříček ha inaugurado el Festival de Karlovy Vary, con dificultades para mantener el ritmo hasta la línea de meta

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entrevista: David Ondříček
ficha de la película], dirigida por David Ondříček, que se centra en el legendario corredor checoslovaco Emil Zátopek y que inauguró la edición número 55 del Festival de Karlovy Vary. Este drama histórico, con un enfoque épico que combina carreras de cinco Juegos Olímpicos, dispuso de un presupuesto de 5,5 millones de dólares y ofrece dos magníficas interpretaciones de dos de los mejores actores de la República Checa, Václav Neuzil y Martha Issová. Esta entretenida película respira un tono desenfadado, un estilo clásico y unas impresionantes recreaciones de estadios olímpicos. Aspira por lo tanto a convertirse en la versión checa de Carros de fuego, pero como sucede con muchos de los competidores del metraje, le cuesta mantener el ritmo hasta la meta.

Zátopek es un hombre complejo y decidido cuyos logros en el deporte lo llevaron a convertirse en una parte importante de la maquinaria propagandística del régimen comunista. Esta maratoniana película avanza en bloque pero combina distintos temas y disciplinas. Los principales son qué hace falta para alzarse con la Victoria, cuáles son los vaivenes del matrimonio y cómo es la vida tras la jubilación. Ondříček había rodado anteriormente un documental sobre el corredor y ya es toda una autoridad en él, pero quizá sepa demasiado sobre él. A veces uno tiene la sensación de que el director es incapaz de decidir qué película quiere rodar y por lo tanto ha decidido rodarlas todas.

Empieza con el corredor australiano Ron Clark (James Frecheville), plusmarquista mundial que se viene abajo antes de la meta y se le escapa el oro en los Juegos de México. Sus deseos de sanar y de hacer realidad el sueño olímpico lo llevan a conocer a Zátopek, ganador de varias medallas de oro. Queda muy claro en el aeropuerto que Zátopek es un buen tipo, lleno de energía y de sabios consejos. Parece que tiene toda la vida que se le ha esfumado al predecible Clark. Un día en la habitación resulta que a pesar de la actitud positiva de Zátopek, también este pasa por un momento de crisis porque su mujer, Dana, le ha escrito una carta de despedida. La falta de aceptación de la marcha de ella es el primer indicio del vacío emocional de Zátopek, que se hace cada vez más palpable conforme avanza la película. Es el marco de una película en la que Zátopek da a Clark la llave para entender la fuerza mental necesaria para ser un campeón olímpico, mientras que el bueno de Clark enseña a nuestro héroe a ser un buen marido. Sin embargo el engranaje no funciona a la perfección. De hecho no funciona en absoluto e incluso se vuelve farragoso cuando la acción da saltos temporales entre las conversaciones y los momentos clave en la vida de Zátopek.

Las escenas entre Zátopek y Clark quedan deslucidas en comparación con aquellas en las que aparece en pantalla Issová. La película se titula Zátopek, pero se podría estar refiriendo a Dana en lugar de a Emil. Dana fue una gran lanzadora de jabalina por propio derecho. Aquí es un espejo que refleja hasta qué punto la obsesión de su marido con ganar constituye una fuente de problemas. Issová saca el máximo provecho de sus escenas, retratando a Dana como la fuerte de la relación, como la persona que conoce a su marido mejor que él mismo. Ella escucha el deseo del marido de no querer tener hijos, lo estimula cuando puede, le escucha y le presta su apoyo en cuestiones políticas. Asimismo deja claro que hay muchas maneras de conseguir una medalla de oro.

Detrás de Zátopek están Lucky Man Films (República Checa), Alef (Eslovaquia) y Azyl Production (Eslovaquia).

(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)