02/03/2021 - BERLINALE 2021: El director rumano Radu Jude pone un espejo frente a los espectadores (y lo que verán en él puede no gustarles nada)

La nueva película de Radu Jude, titulada de forma muy acertada Un polvo desafortunado o porno loco [+lee también:
tráiler
entrevista: Radu Jude
ficha de la película], es una de esas obras que puede conseguir enloquecer a un jurado o acabar siendo completamente ignorada. La cinta revisa algunos de los temas principales en la filmografía del director, presentando una historia que alterna entre el porno y el collage filosófico, para terminar con un coro de idiotas. Independientemente de que resulte o no premiada en la competición de la Berlinale, Un polvo desafortunado o porno loco es un visionado obligado, ya que hay pocas películas más estimulantes o capaces de emular mejor la locura a la que se ha enfrentado el mundo durante la pandemia.

Comenzamos con una escena de sexo bastante explícita, donde la maestra de secundaria Emilia (Katia Pascariu) está en la cama con su esposo Eugen (el actor porno Ştefan Steel), haciendo lo que cualquier persona que disfruta del sexo haría en la cama. La cámara de Marius Panduru no se esconde, y el público tampoco apartará la vista de la pantalla, aunque resulta extraño ver algo tan gráfico, tanto en lo que se refiere a las imágenes como al guion de Jude. Después de este sudoroso preámbulo, vemos a Emilia caminando frenéticamente por las ruidosas calles de Bucarest, hasta enterarnos (si no hemos leído antes la sinopsis) de que el vídeo grabado por Eugen se ha filtrado en Internet, amenazando el puesto de Emilia en la escuela.

Jude divide su película en varias partes, poniendo a los espectadores en el lugar de Emilia, hasta obligarlos a convertirse prácticamente en el jurado de un tribunal obsceno, mientras decenas de padres, escandalizados por las transgresiones de la profesora, acuden a la escuela para decidir si merece seguir dando clase a sus hijos. Jude compone una especie de carrera de obstáculos, desde las concurridas calles de Bucarest, donde la gente parece estar perdiendo la cabeza lentamente, probablemente a causa de la pandemia, hasta la escena final en la que se nos recuerda de forma eficaz que "el infierno son los demás" y que, hagamos lo que hagamos, no podemos escapar de su mirada crítica...

Un polvo desafortunado o porno loco no es precisamente una película que gustará al público, pero definitivamente es una obra que deben ver. Jude hace malabares con muchos temas, desde la existencia cuidadosamente plasmada de la generación de Facebook, hasta las ideas preconcebidas sobre cómo debería verse una película, manteniendo a los espectadores siempre alerta, y golpeándolos ocasionalmente con giros totalmente descabellados. El director cultiva su amor por las decisiones poco cinematográficas (como incluir personajes que leen largas citas de varios escritores en voz alta) y utiliza su arte para ofrecer un comentario sobre nuestra hipocresía, racismo y, a fin de cuentas, completa estupidez.

El aspecto principal que el público debe asumir sobre Un polvo desafortunado o porno loco es el desafío al que nos enfrenta: reflexionar honestamente sobre nuestras propias elecciones y decidir si, consciente o inconscientemente, preferimos prestar atención solo a lo que consideramos atractivo en nuestras vidas. Atractivo para los demás, por supuesto. Comportándonos como santos en Internet (a pesar de las cintas sexuales) y como demonios necesitados, neuróticos y depresivos en nuestra intimidad, deberíamos llenar el abismo entre estas dos versiones para, tal vez, alcanzar la absolución.

Como diría Jude, buena suerte llamando a esa puerta.

Un polvo desafortunado o porno loco es una producción de microFILM (Rumanía), coproducida por Paul Thiltges Distributions (Luxemburgo), Endorfilm (República Checa) y Kinorama (Croacia).

(Traducción del inglés)