TORONTO 2019 Special Presentations
Crítica: Ordinary Love
por Elena Lazic
- Los directores Lisa Barros D'Sa y Glenn Leyburn ofrecen una mirada amable sobre un amor que se hace más profundo con la llegada de una enfermedad
El cáncer es un tema recurrente en varias películas proyectadas en la presente edición del Festival de Cine Internacional de Toronto; como Ordinary Love [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de los directores Lisa Barros D'Sa y Glenn Leyburn, que se ha estrenado en la sección Special Presentations del festival canadiense. A través del prisma de la enfermedad, la película explica cómo un amor aparentemente normal puede tener raíces más fuertes y profundas de lo que parece.
La actriz inglesa Lesley Manville interpreta a Joan, una mujer simpática, paciente y honesta, que se encuentra en las antípodas de su personaje en El hilo invisible, de Paul Thomas Anderson. Su relación con su marido, Tom (Liam Neeson), es tan tranquila como parece: una pareja que se siente cómoda, que todavía hace reír al otro, que vive una vida tranquila y sin sobresaltos.
La naturaleza idílica de su vida sugiere que algo terrible alterará dicha paz. Pocos minutos después, Joan descubre un bulto en uno de sus pechos. La serenidad con la que la pareja se enfrenta al inminente diagnóstico sugiere años de experiencia enfrentándose a diferentes obstáculos (la película hace referencia varias veces a la repentina muerte de su hija hace unos años). Ordinary Love sigue a Joan y a Tom durante las diferentes etapas del tratamiento, y pinta un retrato de tranquila resiliencia, que puede resultar adorable e inspirador. Cuando Joan empieza quimioterapia, la película no tiene pudor en mostrar la pérdida de cabello y otros inquietantes efectos secundarios del tratamiento, como la forma en que el dolor la vuelve irritable e impaciente.
Mientras tanto, Tom permanece a su lado, sin dudar ni un segundo de su amor por ella. La experiencia no supone un problema como han retratado otras películas, y en lugar de amargura, Tom sólo tiene cuidados y atenciones para ella.
La elegante cinematografía, con colores cálidos y texturas ricas, así como el ambiente minimalista, subraya la naturaleza simpática y elegante de la relación, y cada pequeña discusión sobresale del conjunto armonioso. Pero nunca amenaza con romperlo, y aunque Ordinary Love muestra las virtudes de enfrentarse a los problemas, su falta de tensión dramática da a la película un tono bastante sentimental. Sus buenas intenciones resultan dañadas cuando recurre al cliché narrativo de la muerte que no afecta a la pareja protagonista, sino a una persona cercana a ellos. Que se trate de una pareja de homosexuales parece un truco para hacernos simpatizar con Tom y Joan —tan modernos, tan progresistas— pero, en realidad, es otra muerte de un homosexual usada para beneficiar a una historia heterosexual.
Ordinary Love es una producción de Reino Unido, llevada a cabo por Brian J Falconer para Out of Orbit, David Holmes para Canderblinks Films y Piers Tempest para Tempo Productions, con el apoyo de Northern Ireland Screen. Bankside Films gestiona las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
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