Crítica: 70 binladens
por Alfonso Rivera
- Entretienen, sorprenden y hacen reír: eso provocan los personajes con dobleces y las situaciones extremosas que sufren en esta película de atracos que ha dirigido con brío, tensión y ritmo Koldo Serra
Tras un estupendo debut en el largometraje como Bosque de sombras [+lee también:
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ficha de la película] –donde ya se percibía la querencia de su director por el cine de acción, drama y violencia norteamericano de los años setenta, con Perros de paja, de Sam Peckinpah, y Defensa, de John Boorman, en el subconsciente del film– y el tropezón que supuso la ambiciosa película bélico-histórica Gernika [+lee también:
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ficha de la película], es toda una alegría comprobar cómo Koldo Serra recobra la energía y la capacidad de impactar, sin descuidar el ritmo y el entretenimiento de su ópera prima, con su tercera película: 70 binladens [+lee también:
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entrevista: Koldo Serra
ficha de la película]. El título, por si el lector lo desconoce, hace referencia a esos billetes de 500 euros que casi nadie ha visto, y ha surgido de un guion escrito por Asier Guerricaechevarría, Javier Echániz y Juan Gil Bengoa,que el cineasta vasco ha convertido en uno de los títulos mejor valorados y celebrados durante el festival de Sitges de 2018.
Decir que estamos ante un film sobre un atraco a un banco no es desvelar mucho, pues este acto delictivo comienza a los pocos minutos de inicio de la película. Lo que depara su desarrollo, con numerosas y celebradas sorpresas, que van estallando ante los ojos del espectador sin que decaiga la tensión, mantiene a aquel boquiabierto –y sonriente- el resto del metraje de este 70 binladens que apenas transcurre en una sucursal bancaria y en la plaza bilbaína adyacente, formada por altas y grises torres de apartamentos.
Como bien ha reconocido Serra en la entrevista que mantuvo con Cineuropa, el thriller setentero norteamericano se barrunta bajo las hechuras de su nueva película, a la que le ha dado un barniz español que le resta transcendencia, le aporta humanidad y le obsequia con un sentido del humor -y del disparate- que sirve, a la vez que aligera su carga dramática, para radiografiar un país –esta España del “¡Sálvese quien pueda!” – corroído en sus entrañas. Pero, sobre todo, 70 binladens es un film entretenido que supedita su puesta en escena –la cual transcurre buena parte en interiores- a que no se disperse su energía ni decaiga la capacidad de sorpresa a la que aludíamos anteriormente.
Pero no podemos concluir esta crítica de una película tan disfrutable sin mencionar a su estupendo elenco, que encarna con entrega a un rebaño de personajes a los que, a pesar de sus abundantes miserias, se les acaba queriendo: ahí está una Emma Suárez dispuesta a todo; un Dani Pérez Prada componiendo el rol de un policía con el que el público empatiza hasta la médula y, sobre todo, una Nathalie Poza (ganadora del Goya a la mejor actriz protagonista, hace dos años, por No sé decir adiós [+lee también:
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entrevista: Lino Escalera
ficha de la película]) con una imagen impactante y dura, fachada endurecida de un pobre animalillo herido.
70 binladens, con dirección de fotografía de Unax Mendia (Grand Piano [+lee también:
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entrevista: Eugenio Mira
ficha de la película]) y banda sonora compuesta por Fernando Velázquez (Contratiempo [+lee también:
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ficha de la película]), es una película de Sayaka Producciones, Pokeepsie Films y La Panda. Cuenta con el apoyo del ICAA y la participación de RTVE, ETB y Movistar Plus+. Se estrena el 8 de marzo en España, de la mano de Filmax.
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