Le prix du succès: Libertad fratricida
por Fabien Lemercier
- Teddy Lussi-Modeste cuenta cómo un joven artista, nuevo rico de las clases populares, intenta escapar de la expropiación de sus allegados
"La familia inhibe y llega un día en que eso genera problemas". Aunque son un asunto viejo como el mundo, los vínculos de sangre y cómo las redes afectivas entorpecen el vuelo individual han inspirado al cineasta francés Teddy Lussi-Modeste en su segundo largometraje, cuya base sigue la línea de la prometedora Jimmy Rivière [+lee también:
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ficha de la película], con la que ya dio que hablar en 2011. Con Le prix du succès [+lee también:
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ficha de la película], lanzada hoy en los cines franceses por Ad Vitam poco antes de celebrar su estreno a escala internacional en la sección Special Presentations del festival de Toronto, el director supera con facilidad las trabas de una película más popular, a lomos de un reparto tan excelente como consagrado (Tahar Rahim, Roschdy Zem y Maïwenn), sin que por ello renuncie a la inteligencia del propósito original. La cinta mezcla bien comedia y drama y recicla con una atractiva modernidad el tema universal de las turbulencias de la emancipación de la célula familiar, en particular a través de la ruptura fratricida, en un contexto tan contemporáneo como lo es el impacto de la riqueza caída del cielo sobre una familia proletaria, por gracia del talento artístico de uno de sus miembros.
Esta "gallina de los huevos de oro" que regala una casa a sus padres, firma cheques para mejorar su vida cotidiana y la de sus hermanas y conduce en Ferrari es Brahim (Tahar Rahim, en un papel perfecto para él), una joven estrella del monólogo que ahora debe consagrarse en la cima tras el éxito cosechado con su primer show. Su ascensión tuvo lugar emparejado con su hermano mayor, Mourad (un fantástico Roschdy Zem), quien, omnipresente ("soy su hermano, su agente, su productor, su abogado, su chófer…"), no duda en liarse a palos con fans inoportunos ni con los detractores ni tampoco vacila a la hora de invadir la vida privada de su hermano pequeño organizando grandes fiestas en su casa sin avisarlo. Por si fuera poco, decide inversiones y movimientos de la carrera de Brahim con un juicio cuanto menos dudoso.
Aun abordado por un agente artístico mucho más profesional (Grégoire Colin), Brahim no está seguro de querer romper el cordón umbilical que le une a su, a pesar de todo, querido hermano. Sin embargo, su idilio con su directora, Linda (Maïwenn), a pesar de las reticencias de la familia ("nos hemos esforzado porque no es una mujer para ti"), lo ayudará a hacer el salto. Este cambio lo vivirá fatal el iracundo Mourad, quien, naturalmente, reaccionará con violencia ante el hecho ("has traicionado a la familia por dinero", "no olvides que has triunfado gracias a mí"). Empieza entonces una guerra fría fratricida.
Le prix du succès se apoya hábilmente en el guion escrito por el director en colaboración con Rebecca Zlotowski y avanza en su historia con sencillez, eficacia, un ritmo veloz y agilidad en su juego con las elipsis. La solidez de las interpretación y la credibilidad del universo de estos “nuevos ricos” salidos de las profundidades de la periferia (en el reparto figura, además, el rapero Sultan) permiten a la película mantener a raya tanto el realismo como la distancia, a imagen y semejanza de su personaje principal, que se mueve como pez en el agua en su mar originario sin perder de vista nunca la deriva, tratando de hacer reír partiendo de las realidades más sombrías, en la frontera entre dos mundos. “A veces, son nuestros enemigos a quienes más queremos”.
Le prix du succès es una producción de Kazak Productions. De sus ventas internacionales se ocupa Indie Sales.
(Traducción del francés)
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