BERLINALE 2015 Berlinale Special
The Misplaced World: Von Trotta duplica a otra mujer más
por Bénédicte Prot
- BERLIN 2015: la aguerrida actriz y directora alemana Margarethe von Trotta retoma con un humor ambiguo el tema del desdoblamiento de una mujer. Estreno en Alemania: el 7 de mayo
El asunto quizá tiene una resonancia simbólica especial en Alemania (tal era el caso abiertamente de Dos vidas [+lee también:
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ficha de la película], dirigida por Georg Maas y candidata alemana al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa el año pasado): el desdoblamiento de una mujer podría casi considerarse un género en toda regla, habiendo dado lugar a obras fabulosamente perturbadoras, como Summer Window [+lee también:
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ficha de la película], de Hendrik Handloegten (2011); la magnífica El corazón es un bosque oscuro, de Nicolette Krebitz (2007), donde la duplicidad se lleva a cabo de dos maneras distintas, y todo el cine de Christian Petzold, donde ésta toma la forma más bien de una superposición. A medio camino entre la reconstrucción de las vidas de mujeres famosas (Rosa Luxembourg y Hannah Arendt, sin olvidarnos de Hildegarde von Bingen) y monjas (Las hermanas alemanas, 1981), dos temas en absoluto reñidos, Margarethe von Trotta no ha dejado de abordar el género del desdoblamiento de la mujer, en especial en la evocadora Soy la otra [+lee también:
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ficha de la película] (2006), con la diferencia de que, al contrario que en todas las películas anteriormente citadas, su musa, en lugar de Nina Hoss, es la todavía más rubia Katja Riemann. En The Misplaced World [+lee también:
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ficha de la película], presentada en Berlín en el marco de las proyecciones especiales, Riemann no es la mujer sobre la que percute el efecto del espejo (si bien...), sino... (redoble de tambores) ¡su hija! Ella es una vivaracha mujer de unos cuarenta años que canta a tiempo parcial en un bar de jazz y se hace llamar Sophie.
Desde el principio ('una entrevista matrimonial que Sophie hace "pasar" a una pareja a punto de dar el gran salto), a pesar de los colores vivos y la composición peripuesta de la imagen, la atmósfera es amenazante pero a la vez divertida, gracias a cierto embarazo encantador. El tono del film sigue siendo un tiempo incierto, algo bizarro (el motivo de la mujer que canta sola como una sirena melancólica, bajo la pálida luz de un proyector, en el escenario de un cabaret solitario se ha convertido, en el cine, en un vehículo de ambigüedad, en el sentido más lyncheano del término), algo divertido, como si fuera un juego, mientras vamos sabiendo que el padre de Sophie ha localizado a una cantante americana llamada Caterina (Barbara Sukowa) que se parece rasgo por rasgo a Evelyn, la madre y esposa recientemente fallecida, y que canta con su misma voz. Perturbada, Sophie hace naufragar su proyecto de pareja de forma sorprendentemente expeditiva y viaja a Nueva York para encontrarse con el sosias de su madre. Siguen escenas mundanas en Nueva York que recuerdan ciertas atmósferas del cine de Woody Allen, sin olvidar una referencia a Una proposición indecente, hasta que Sophie consigue ponerse en contacto con la doble de Evelyne, quien demuestra ser más una hermana que una madre. Con ella, aparecen en la ecuación otra madre, seguida de otro padre... A medida que los secretos de Evelyn salen a la luz, los dobles se multiplican. Paso a paso, el tema de la jovial reunión de familia que se perfila tras toda tragedia oculta desvía la atención de los malestares originales, tratados de una manera tan expeditiva que, una vez más, provoca risas por su ironía.
La fuerza del film, en efecto, reside en la dificultad de determinar en qué momento de la película, al principio inquietante, ésta gira hasta la comedia de clichés, y es igualmente posible que por ese paso inesperado por lo que conserva, a pesar de todo, cierto toque incómodo, ligeramente artificial, a la hora de presentar su final feliz. Von Trotta hace gala de una mano segura a la hora de entrelazar los diferentes géneros y jugar con los distintos motivos del film, decidiendo unir a todos sus personajes por el azul profundo de sus pupilas. Ella piensa en Eva, la primera mujer, y se las arregla para que, a un lado y a otro del Atlántico, todo el mundo hable, como si nada, maravillas de Alemania, sin que esto sorprenda a nadie. Así es como da forma a un objeto de ébano y de plástico, de bella factura, de mentira, con una mezcla de humor y seriedad única.
The Misplaced World (Die abhandene Welt) se estrenará en los cines alemanes el 7 de mayo de la mano de Concorde. Wild Bunch gestiona sus ventas internacionales.
(Traducción del francés)
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