14/09/2022 - La cineasta belga habla de su comedia feminista que sigue los pasos de una empleada modelo que se convierte en asesina en serie

Aprovechamos al máximo la Brussels International Fantastic Film Festival para hablar con la directora belga Véronique Jadin, que estaba allí para presentar su primer largometraje, L’Employée du mois [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Véronique Jadin
ficha de la película], una comedia feminista sobre la influencia del patriarcado en el mundo de los negocios, protagonizada por una empleada modelo que se convierte en asesina en serie.

Cineuropa: ¿Cómo surgió este proyecto?
Véronique Jadin: Acababa de leer Dirty Weekend, una novela inglesa brillante de Helen Zavahi, que cuenta la historia de una joven atemorizada por un hombre que la está acosando, hasta que un terapeuta le aconseja que se arme con un cuchillo. Y de repente, me vino todo a la cabeza: la idea de la película surgió como si hubiera estado enterrada en algún lugar de mi mente, lista y esperando, y ese disparador la trajo a la superficie. Creo que estaba preparada, y todo burbujeaba dentro de mí. ¡Creo que estaba muy emocionada! Probablemente tenga algo que ver con algo que me sorprendió cuando leí Teoría King Kong, donde Virginie Despentes dice que cuando fue agredida una noche, esperaba que él no le robara el cuchillo en lugar de darse cuenta de que podía usar el cuchillo como arma. Eso me obsesionó durante mucho tiempo. Me dio la idea para una comedia de base política, la historia de una mujer que se da cuenta de que puede tener poder sobre los hechos, una historia sobre empoderamiento.

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También es una sátira sobre el mundo del trabajo.
Estábamos limitados por muchas restricciones presupuestarias –y por lo tanto, de producción-, y como yo era asistente de dirección, sabía que ceñirnos a un escenario era una buena idea. Quería ambientar la historia en una oficina porque me fascinan las relaciones de poder y es un lugar donde se desarrollan diferentes tipos de dominación.

¿Quiénes son las protagonistas de la película?
Inès es una chica que hace todo muy bien en la vida. Va bien peinada y bien vestida. Una mujer que pasa el tiempo controlando cada aspecto de su apariencia, que siempre quiere hacer todo bien, hacer más, sin ningún tipo de reconocimiento. Inès no es una asesina, por así decirlo, es una persona amable. Quería que la primera muerte ocurriera por accidente. Y su instinto iniciático es limpiar la escena del crimen: está condicionada.

El personaje de Mélody, la hija de la antigua limpiadora negra de la empresa, me vino a la mente enseguida durante el proceso de escritura. Ella trata otros temas: el racismo latente en el mundo de los negocios y en la sociedad en general. Mi coguionista, Nina Vanspranghe, y yo pensamos que era importante mostrar que Inès también se ve afectada involuntariamente por sus propios sesgos racistas y sexistas.

¿La comedia es una elección arriesgada para una ópera prima?
Al principio escribí algunas piezas bastante siniestras, sobre sufrimiento y enfermedad. Pero no pude evitarlo, siempre había alguna broma que hacer. Me gustaría hacer una saga política algún día, pero por ahora, la comedia es más fuerte. Creo que tiene algo que ver con la autoconfianza y la legitimidad. En mi familia no somos muy cinéfilos, pero hemos visto muchas comedias. Está claro que ser aburrido es un delito, lo peor para un cineasta. Y es cierto, hay que reconocerlo: la comedia es difícil de leer y de escribir. Fue un obstáculo para conseguir financiación, por ejemplo.

Es divertido, pensé en Chantal Akerman y Jeanne Dielman el otro día, mientras pensaba en una asesina en serie que luchara contra el patriarcado… Pero es cierto que no tengo muchas referencias de mujeres directoras que hagan comedia. No porque no me interesen, sino porque los motores de producción y de financiación no animan a las mujeres directoras en esa dirección, más bien tienden a dirigirlas hacia historias íntimas cercanas a la comedia romántica. Lo divertido (¡o no tanto!) es que he recorrido muchos festivales de cine de género con esta película, y me veo rodeada de hombres: organizadores de festivales, directores invitados y público. ¡Nunca pensé que estaría allí con una comedia feminista!

(Traducción del francés)