Valdimar Jóhannsson • Director de Lamb
"Puedes decir que Lamb es una película de género, pero para mí, es un poema visual"
por Marta Bałaga
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entrevista: Valdimar Jóhannsson
ficha de la película], visto en la sección Un Certain Regard de Cannes, una pareja sin hijos, Maria e Ingvar (Noomi Rapace y Hilmir Snær Guðnason) deja de ser una pareja sin hijos, pero ese no es más que el principio de sus problemas. Con la llegada del holgazán hermano de Ingvar, que cuestiona la nueva situación familiar, la pareja tiene que luchar por lo que parece hacerles feliz. Hemos hablado con su director, Valdimar Jóhannsson.
Cineuropa: La maternidad es un buen tema para aquellas películas que juguetean con lo sobrenatural. Tiene algo de primigenio.
Valdimar Jóhannsson: Noomi fue Maria durante todo el rodaje. No salió del personaje. Ambos se entregaron a la película. Todo el mundo dice que no hay un sentimiento más fuerte. Es cierto que el vínculo entre una madre y su hijo es especial, pero también quería centrar la atención en el padre, Ingvar.
Apenas desvelas la historia de esta pareja. ¿Por qué? Hablan sobre su tractor y sobre las tareas diarias, pero nunca abordan el dolor que llevan dentro.
Mis abuelos tenían una granja, eran ganaderos y tenían ovejas, y yo de pequeña vivía cerca y pasaba mucho tiempo con ellos. Su relación estaba basada en el respeto y el amor. Lo hacían todo juntos y no había lo típico de “trabajos para el hombre” y “trabajos para la mujer”, y creo que eso lo tuve presente a la hora de crear esta historia. Maria e Ingvar llevan una vida rutinaria, pero se respetan mutuamente, eso está claro. Maria tiene una personalidad afable, pero también puede ser fría y resuelta, mientras que Ingvar está dispuesto a hacer casi cualquier cosa por su mujer. Espero que la gente perciba que algo no encaja, que en el pasado se ha producido una pérdida significativa. Sjón, que es mi guionista [y un autor de reputación internacional] y yo decidimos reducir al máximo el número de diálogos. La gente se empeña en intentar leer la mente de los animales e imaginarse qué sentirán, y yo pensé que sería interesante hacer lo mismo con las personas.
Tus productores, Hrönn Kristinsdóttir y Sara Nassim, han comentado que tardaron bastante en encontrar una granja tan aislada. Mires adonde mires, ¡no hay nada!
En Islandia, durante la época de los nacimientos de los corderos, tenemos dos horas de oscuridad, por lo que siempre estamos despiertos. Al cabo de un tiempo te invade una sensación algo irreal. No lo sé, quizá simplemente me propuse que la naturaleza fuera un personaje más de la película. Cuando estás tan aislado, probablemente dé incluso más miedo poder verlo todo, porque cuando hay oscuridad no sabes qué se esconde en la penumbra. Cuando la oscuridad se vuelve visible, de repente aparece un misterio. La luminosidad puede dar mucho miedo.
También resulta curioso lo rápido que todos aceptan la nueva situación, que no vamos a desvelar aquí, incluso el hermano de Ingvar. ¿Por qué no has querido que se la cuestionaran más?
Me imaginé que las cosas serían así. Si alguien entrara en tu vida de esa manera, lo aceptarías rápidamente, aunque fuera tan extraño. Además, con el hermano, Ingvar hace cosas que puede que el espectador no apruebe. Sin embargo era importante tener la posibilidad de que cayera bien. No quería mostrarlo como “el malo”, alguien a quien rechazar inmediatamente. Comete errores, pero siguen siendo una familia. Yo solía pasar mucho tiempo con criadores de ovejas, y cuando nace un cordero u otro animal y algo va mal, no lo dejan vivir. De alguna manera eso es lo que sucede con Pétur. Su reacción inicial es comprensible, porque resulta de lo que se lleva haciendo desde hace siglos.
Hace que te plantees cómo tratamos la naturaleza en general. Nos dedicamos a recoger, igual que la pareja.
Nos creemos que llevamos las riendas, ¡pero somos ínfimos e insignificantes! Nunca podríamos controlar la naturaleza por completo. Este aspecto de la historia no estaba del todo planificado, pero me alegro de que la gente lo piense cuando ve la película, porque en este momento es un tema candente. Me refiero a la pregunta: “¿Qué haremos con nuestro futuro?”. Es un cuento clásico, con un único elemento surrealista, y creo que es buena que sea así de sencillo. Siempre habíamos querido rodar una película de autor, aunque participamos en algunas iniciativas de género cinematográfico a la hora de financiar Lamb. Ahora mucha gente me pregunta si soy un amante del cine de terror. Sin embargo yo no la veía como una película de terror. Puedes decir que Lamb es una película de género, pero para mí, es un poema visual.
(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)
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