Crítica: La chica que sanaba
por Aurore Engelen
- VENECIA 2023: La directora belga Fien Troch ofrece una escapada fantástica (en todos los sentidos de la palabra) a los misteriosos páramos de la fe y la presión de grupo
Tras hacerse con el premio a la mejor dirección por Home [+lee también:
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ficha de la película] en la sección Orizzonti, la cineasta belga Fien Troch está de vuelta en el Festival de Venecia, pero esta vez en la competición oficial, con su nueva película, La chica que sanaba [+lee también:
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ficha de la película], que constituye su quinto largometraje.
Una mañana, Holly se levanta y se niega a ir al colegio, así que llama a la secretaría del centro para avisar de su ausencia. Hay que decir que allí, ella está más del lado de los marginados, aquellos a los que la mayoría intimidan por diversión. Este hecho constituye una buena razón para quedarse en casa de por sí, pero no es el caso hoy. La adolescente tiene un mal presentimiento, y está en lo cierto. Unos meses más tarde, la comunidad llora a las 10 víctimas del incendio que se produjo aquel día. Como no hay humo sin fuego, las premoniciones de Holly la convierten en sospechosa en un principio. Un día, sin embargo, uno de los profesores la invita a participar en un grupo de apoyo a las familias de las víctimas, de manera que se forja un misterioso vínculo entre estas familias y la joven. Ella se encuentra investida de un extraño poder por aquellos que creían haber perdido la fe.
A medida que se suceden las escenas, La chica que sanaba despliega progresivamente una extraña tragedia en torno a una heroína santificada muy a su pesar. Abrumada por el peso que se le hace cargar sobre sus hombros, así como embriagada por el hecho de sentirse por fin útil y tenida en cuenta, Holly —con un nombre para el que parece haber estado destinada desde un principio— ve cómo su don se convierte poco a poco en una maldición. A través del caótico destino de su heroína, Fien Troch cuestiona nuestra relación con los demás y con la fe: ¿qué nos hace creer y qué nos hace dudar? ¿Cómo nos condiciona y moldea la forma en la que los demás nos ven? En un mundo que ansía la existencia de ídolos, Holly y su sonrisa de Mona Lisa adoptan la forma de una Madonna moderna, gracias no a Dios, sino a una mujer que emprende una cruzada porque necesita creer, más que nunca. ¿Qué convierte a Holly en una santa? ¿Es el presentimiento que tuvo aquel día o la fe ciega que se deposita en ella? La trama se convierte en un interrogatorio a la sinceridad de Holly, pero nuestra propia respuesta, nuestra propia relación con la idea del milagro, pesa sin duda más que las respuestas que sugiere la película.
Para abordar esta cuestión atemporal, la cineasta invoca dos figuras muy conocidas de la cultura popular: la de la ya mencionada santa y la de la bruja. Al cruzar la frontera entre la adolescencia y la adultez, la protagonista también entra en contacto con lo oculto. Su feminidad emergente constituye tanto una bendición como una amenaza, y Holly acaba por convertirse en la víctima expiatoria de los vicios del mundo.
Tanto para la imagen como para el sonido, Fien Troch se remite al cine de género. Holly es tensa como una película de terror. El comienzo de la película, en un parque al borde del bosque al anochecer, nos invita a adentrarnos en extraños territorios de ficción. La música de Johnny Jewel nos transporta a un mundo de heroínas poseídas que recuerda al de Carrie y al de El exorcista, mientras que el contexto en sí es realista a más no poder. A pesar de tratarse de su primer papel, Cathalina Geeraerts interpreta al personaje de Holly a las mil maravillas. A su lado, encontramos a Bart, un personaje clave que, sin embargo, permanece a la sombra de Holly en todo momento, hasta el majestuoso final que lo revela. Está interpretado por otro recién llegado, Felix Hermans, y la dirección de actores de Fien Troch, que ya fue notable tanto en Home como en Kid [+lee también:
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ficha de la película], es digna de mención.
La chica que sanaba ha sido producida por Mirage (Bélgica) y Prime Time (Bélgica), y coproducida por Les Films du Fleuve (Bélgica), Tarantula (Luxemburgo), Topkapi Films (Países Bajos), Tabiki Film (Países Bajos) y Agat Films (Francia). Las ventas internacionales corren a cargo de MK2.
(Traducción del francés)
Galería de fotos 07/09/2023: Venecia 2023 - Holly
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